A nosotros también nos pasa: Lecciones de cambio desde nuestra propia casa
¿Qué pasa cuando la organización que debe cambiar es la tuya?

En el mundo de la consultoría, es fácil hablar desde la teoría, con metodologías y casos de éxito. En Súmmum, nos enorgullecemos de nuestro camino: hemos acompañado a muchas empresas y hemos celebrado un crecimiento sostenido de doble dígito. Pero, ¿qué pasa cuando la organización que debe cambiar es la tuya?
Este año decidimos crearnos lo que llamamos "un buen problema": retarnos a crecer mucho más de lo que veníamos haciendo. Nos planteamos una meta aún más ambiciosa y un plan estratégico claro: nuevos clientes, un equipo consolidado para liderar la iniciativa e implementación de nuevos procesos. Sin embargo, muy pronto nos encontramos de frente con el obstáculo más grande y conocido de todos: la dimensión humana del cambio.
Surgió la pregunta más común: "Si estamos bien, ¿para qué incomodarnos?". Apareció el miedo a lo desconocido, la incertidumbre y la resistencia a retos como utilizar nuestro CRM de una manera más integral o exigirnos una disciplina de datos que no teníamos. Nos dimos cuenta que, como a todos, el exceso de comodidad nos estaba paralizando. ¡Porque a nosotros también nos pasa!
Insights de la experiencia a través del "Abecedario del Cambio"
Al encontrarnos en esta situación, recurrimos a nuestro propio marco conceptual, el "Abecedario del Cambio", no como un ejercicio académico, sino como una guía práctica de navegación para nuestra propia incertidumbre. Esta experiencia nos permitió entender nuestro modelo desde una perspectiva mucho más profunda.
- Desde la "A" de Alerta y la "B" de Beneficio: Comprendimos que la Alerta no es un correo anunciando un cambio. Es el acto de hacer consciente un dolor o una necesidad real. Para nosotros, la alerta fue darnos cuenta de que la inacción, aunque cómoda, nos estaba costando el siguiente nivel de desarrollo. Por otra parte, el Beneficio dejó de ser una cifra en un reporte. Se volvió crucial responder a la pregunta: "¿Cómo me importa esto a mí? ¿Qué gano yo con este esfuerzo?". El cambio tenía que conectar con el desarrollo profesional y los objetivos de cada miembro del equipo.
- Desde la "C" de Claridad: Vivimos en carne propia que la Claridad va más allá de la presentación del cambio o de los objetivos planteado. Exige poner, literalmente, "la conversación sobre la mesa". Requiere un diálogo honesto y continuo donde se explica el qué, el porqué y el cómo del cambio, pero, sobre todo, donde se escucha activamente la retroalimentación para ajustar el rumbo y gestionar las resistencias.
La reafirmación del proceso sobre el resultado
Si tuviéramos que aterrizar esta experiencia en una lección central, sería: el valor del cambio sostenible reside en la calidad del proceso, más que en el resultado inmediato.
Esta es una idea que siempre hemos defendido, pero que ahora reafirmamos con total convicción. De nada sirve conseguir un nuevo cliente si para lograrlo ignoramos la nueva metodología, generamos un desgaste innecesario en el equipo o usamos atajos que no son sostenibles. Eso se vuelve una victoria vacía.
Un proceso consciente, en cambio, es repetible, escalable y, en última instancia, el verdadero motor del crecimiento a largo plazo. Nuestro foco de evaluación (la "E" de Evaluar en nuestro modelo) comenzó a desplazarse. La pregunta dejó de ser únicamente "¿se cerró el negocio?" para convertirse en "¿cuál fue el proceso por el que logramos este resultado? ¿Estamos usando las nuevas herramientas? ¿Estamos colaborando como definimos?". Solo así podemos Fortalecer ("F") las prácticas que realmente nos llevarán a la meta de forma sólida y duradera.
Este viaje, que aún continúa, nos ha hecho mejores consultores y profesionales. Nos ha refrescado esa empatía genuina que hace que cuando un cliente nos habla de las resistencias de su equipo, del miedo a la nueva tecnología o de la frustración del proceso, lo entendamos desde la experiencia propia. Sabemos lo que se siente y tomamos de nuestra propia medicina. Porque entendemos que el cambio, antes que una metodología, es una experiencia profundamente humana.

